Enrique Granados: El nacionalismo musical español

Segunda entrega dedicada a la música nacionalista española para piano. Esta vez hablaré de Enrique Granados. Este compositor y pianista español nació en Lérida el 27 de julio de 1867 y murió en el Canal de la Mancha el 24 de marzo de 1916. Falleció en el naufragio de la nave Sussex al ser torpedeada por la armada alemana en la 1ª guerra mundial.

Hijo de padre cubano y de madre gallega, al poco tiempo de nacer destinaron a su padre a Canarias y allí vivió Granados, en Santa Cruz de Tenerife, los tres años y medio primeros de su vida. Enrique siempre hablaba de Canarias como el paraíso de su infancia.

En 1874 se trasladaron a Barcelona por cuestiones de salud del padre. Recibió sus primeras clases piano y solfeo de un compañero de su padre al observar que tenía talento para ello. En 1879 ingresó en la Escolanía de la Mercé, dando clases con Jurnet. Este profesor lo animó para que se dedicara a la música y lo apoyó organizándole conciertos ante audiencias importantes como la del Emperador de Brasil, Pedro II.

Consideraban al joven Granados como un niño prodigio. Enrique, animado por el pianista Joan Picó conoció al que se consideraba por aquel entonces el mejor profesor de piano de Barcelona, Juan Bautista Pujol. Empezó a tomar clases en 1880 y en 1883 ganó un concurso de piano donde formaban parte del jurado Isaac Albéniz y Felipe Pedrell. Al año siguiente comenzó a dar clases con Pedrell de armonía y composición. La influencia de este importante crítico, musicólogo, profesor y compositor marcó su carrera compositiva.

Debido a las dificultades económicas por el fallecimiento de su padre, Granados tuvo que abandonar sus estudios y trabajar como pianista por algunos cafés de Barcelona. Eduardo Conde, empresario catalán que ya había ayudado anteriormente a Granados, decidió contratarlo como profesor de música de su hija por un salario exorbitante para la época.

Pero Enrique iba dándose cuenta de que España no le podía ofrecer lo que él quería y decidió marcharse a París. Allí tomó clases particulares con Charles Wilfrid de Bériot. Al final, no sintiéndose muy identificado con el estilo musical francés de la época, y no consiguiendo captar la atención de los franceses, Granados vuelve a España.

A partir de 1890 el compositor y pianista comenzó a publicar sus obras. En el Teatre liric de Barcelona estrenó varias de sus composiciones como Arabesca, o algunas de sus Danzas españolas.

En 1892 conoció a Amparo Gal y Lloberas, con la que contrajo matrimonio en 1893 y tuvieron 5 hijos.

En 1898 marchó a Madrid al estreno de su zarzuela María del Carmen, obteniendo un éxito rotundo. Volvió a Barcelona y en 1900 fundó la Sociedad de conciertos clásicos y posteriormente la Academia de piano Granados. Creando un nuevo estilo de interpretación la Academia ha dado grandes nombres en la interpretación pianística, como la gran pianista española Alicia de Larrocha.

A Enrique Granados siempre le ha impresionado la pintura de Goya. Tanto que compuso una obra para piano en 7 escenas llamada Goyescas, una de las grandes obras del compositor. Goyescas se estrenó en 1911 en el Palacio de la música catalana, pero su consagración mundial vino con su estreno en la Sala Pleyel de París en 1914. Le concedieron la medalla de la Legión de Honor de la República Francesa.

La Ópera de París le encargó, a raíz del éxito, una ópera. Enrique utilizó el material de Goyescas como base de su ópera llamada igual, pero el estallido de la 1ª guerra mundial acabó con el proyecto. No obstante inmediatamente el Metropolitan Opera House de Nueva York se ofreció para el estreno. Se produjo en 1916 y resultó todo un éxito hasta el punto de que el presidente de Estados Unidos le invitó a la Casa Blanca.

Granados y su mujer, volvieron a España, haciendo escala en Londres. El 24 de marzo de 1916, viajando a España, en el Canal de La Mancha, un submarino alemán detectó el barco y lo bombardeó, hundiéndolo. Enrique fue salvado por una lancha pero al ver a su mujer debatirse entre las olas se tiró al mar de nuevo y murió ahogado.

El estilo musical de Granados navega entre Chopin, Schumann, y el nacionalismo español propio de esa época. Sus mejores obras son: Goyescas, Tonadillas, y 12 Danzas españolas. De esta última obra que he citado interpreto hoy la que para mí es la mejor pieza de Granados: la Danza número 2, llamada también, Oriental. Es de una profundidad tal que traspasa el corazón y nos inunda de emoción.

¡Espero que os guste!
Y como siempre os digo,
¡Salud y amor para tod@s!

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